Ya sea que la cesárea fuera planeada o no esperada, el proceso de una cesárea generalmente nos toma por sorpresa, algunas mujeres lo viven de manera muy orgánica pero a muchas les cuesta procesar un poco la situación ya que no es solo pasar por una cirugía si no que es tener a cargo a tu bebé que has estado esperando y se juntan muchos sentimientos y sensaciones tanto físicas como emocionales.
Como saber si es normal o no lo que siente en esos primeras horas y días, puede ser que estemos además de la recuperación física estemos pasando por un duelo emocional si la cesárea no fue nuestra primera opción, si por alguna razón alguno de los dos tuvo que quedar internado y no pueden estar juntos.
Muchas veces tenemos muchas ideas y miedos de lo que puede pasar después de una cesárea, será que voy a poder hacer clic y sentir todo eso que hablan las otras mamás… el amor a primera vista?… saber si voy a ser capaz de atender a mi bebé por mi misma?, será que voy a tener mucho dolor? Será mejor evitar medicamentos para no afectarle a mi bebé? Cuando podré volver a hacer ejercicios? Hasta cuando podré planear tener otro hijo después de la cesárea?, esas y muchas más son preguntas frecuentes que se hacen mujeres después de que su hijo o hija ha nacido gracias a una cesárea.
Es importante entender que todos los sentimientos que tengas por diversos que sean son totalmente válidos, date permiso para sentirlos, experimentarlos y prepárate para ir soltándolos poco a poco.
Puede ser un comienzo difícil a la maternidad, comenzar a cuidar de un ser humano que depende 100% de ti mientras estás recuperándote de una cirugía mayor, por eso es importante ser gentil contigo misma y ponerte como prioridad para poder recuperarte de la mejor manera.
Hoy hablamos sobre algunas cosas que puede ayudar a que este proceso sea un poco más llevadero.
Camina y muévete pero no demasiado, cada día un poco más, evita subir y bajar gradas pero empieza a incrementar los pasos que das día a día, si tienes una segunda planta en casa, planea todo para bajar una sola vez al día, asegúrate de tener todo lo que necesitas para no necesitar estar subiendo y bajando.
Cuando te sientas listas, sal a caminar al frente o al patio de la casa para que tengas contacto con el sol y el aire libre.
Cuidado de la cicatriz:
Es importante seguir las indicaciones médicas para el cuidado de la cicatriz, trata de mantener la herida lo más seca posible antes de cubrirla y si es posible pasa momentos donde pueda estar descubierta.
Puedes utilizar una mezcla de aceites de grado terapéutico cerca de la cicatriz (nunca sobre ella mientras esté abierta) de lavanda y árbol de te o de incienso diluido en aceite de coco fraccionado.
Una vez que la cicatriz esta totalmente cerrada puedes colocar esta mezcla sobre ella y hacer suaves masajes.
Recomiendo una vez que se sienta totalmente recuperada llevar una sesión con un fisioterapeuta especialista en postparto donde se trate la cicatriz y chequee el suelo pélvico.
Darte tiempo:
Acabas de pasar una cirugía mayor, no te esfuerces demasiado, ve despacio y se consiente que todo lo que hagas sea necesario. Es importante ser amable con tu cuerpo que acaba de tener una cirugía y ha pasado por un largo proceso de crear un ser humano, permítele recuperarse a su propio ritmo. No es una competencia.
No hagas esfuerzos de más:
Cuando necesites levantarte has los esfuerzos desde tus brazos y tus piernas para proteger tu herida.
Si no es algo indispensable déjalo para después, no levantes peso mayor al peso de tu bebé, que sea alguien más el que cargue la silla del carro y lo coloque adentro, pide a tu pareja o acompañante que te pase al bebé cuando quieras o necesites alzarlo.
No le temas a los medicamentos:
A veces nos da temor que lo que consumamos pueda afectar a nuestro bebé, sin embargo la mayoría de medicamentos son compatibles con la lactancia y si estás con dolor o molestia puede valer la pena usar medicamento por un par de días extra para que te puedas recuperar y poder sentirte mejor con tu cuerpo y cuidados de tu bebé, ya que hacerlo estando con dolor puede empeorar las cosas.
Consulta tus medicamentos en www.e-lactancia.org para que estés tranquila de si es apto o no.
Si te mandaron a tomar antibióticos es buena idea suplementar con probióticos para contrarrestar el efecto de estos. También puedes seguir tomando las vitaminas prenatales y puedes subir la dosis de vitamina C mientras termina de sanar la cicatriz.
Ejercicios de respiración:
Los ejercicios de respiración conscientes son una buena manera de mantenerte en el presente y además te ayudan a ir recuperando el tono muscular del vientre y el suelo pélvico, puedes empezar acostada haciendo solo respiraciones donde al inhalar sientas como se llena el abdomen de aire y en la exhalación como lentamente va saliendo todo ese aire, has respiraciones lentas y profundas y puedes colocar tus manos en tu cuerpo para que vayas sintiendo como se mueve.
Esto lo puedes hacer desde que estás en casa y puedes ir agregando movimientos de los pies, moviéndolos de punta a flex para ayudar con la circulación.
Cuando ya no sientas molestia en la herida y este totalmente recuperada puedes empezar a agregar ejercicios suaves tipo Kegel para empezar a sentir y fortalecer tu zona del suelo pélvico (recuerda la importancia de ver un fisioterapista especialista en este tema).
Pide ayuda:
No temas pedir ayuda, como con cualquier recuperación de una cirugía, la recuperación es más fácil si tenemos personas que nos apoyen, puede ser ayuda limpiando la casa, alistando alimentos, sacando al perro a caminar, cuidando al bebé mientras te bañas, llevando a tus otros hijos a la escuela, etc.
Pide ayuda a familiares, amigos, o personal de apoyo como personas de limpieza, de cuido, enfermeras, doulas, asesoras, etc.
Cuida tu alimentación:
Es importante una dieta blanda los primeros días para que te permita ir al baño más fácilmente, si padeces de estreñimiento puedes pedir a tu ginecólogo que te prescriba un medicamento para que puedas ir fácilmente al baño las primeras veces después de la cesárea, pero antes de esto podrías intentar incluyendo en tu alimentación suficiente agua y frutas y vegetales con fibra.
Asegúrate de tener una dieta balanceada pero sobre todo de incluir proteína en tu dieta ya que te ayudará a tu cuerpo a recupérate más rápidamente.
Si das pecho puedes comer de todo a menos que alguno de los papás del bebé sea alérgico a algo, si no, puedes consumir lo mismo que consumías en el embarazo, la única consideración es que quieres evitar cualquier alimento que te inflame el estomago para que no cree mayor molestia a la recuperación.
Trata de estar muy hidratada, y tener junto a ti agua o algún líquido que te guste, puedes consumir té de manzanilla y ponerle romero para que ayude con la desinflamación.
Utiliza ropa cómoda:
Entre más destapada este la herida más rápido puede ser la recuperación de la herida, también probablemente no necesites tener ropa arriba si decides dar lactancia materna porque vas a querer estar disponible para que el bebé se pueda alimentar cada vez que lo requiera.
El hacer piel con piel con tu bebé tiene muchos beneficios para ambos.
Puedes usar una camisa de botones o una bata abierta para que no te sientas totalmente desnuda.
Si necesitas salir a una cita puedes colocarte una faja, calzón o licra que te de mas contención ya que la sensación del movimiento en el vientre puede sentirse incomodo, si vas en el carro puedes colocar una almohada sobre tu vientre si no tienes ninguna de las anteriores.
Saca espacios para ti:
Aunque sean 2 minutos donde respires, te untes la crema, te laves el cabello, te tomes un té, etc, estos momentos son indispensables para tu salud mental, trata de hacer respiraciones conscientes, de dormir cuando el bebé duerme, de ponerte como prioridad para que tu recuperación sea pronta y te sientas bien.
Si tu o tu bebé tienen alguna condición de salud, puedes tener a alguién de confianza para que puedas expresar sin temer a ningún juicio como te sientes, hablar o escribir, orar, meditar, son cosas que puedes hacer por cortos momentos que pueden ayudar mucho a sentirte mejor.
Si empiezas a sentir que no estás pudiendo manejar las sensaciones de la mejor manera, habla con tu doctor, tu doula, tu pareja, tu terapeuta, pero pide ayuda.
Lactancia
Trata de utilizar posturas donde no tengas que hacer presión en la herida ni que tengas que estar tensa sosteniendo, tales como postura biológica con bebé cruzado o la postura de balón de rugby.
Más adelante puedes dar de mamar acostada de medio lado y empezar a probar posturas a como te vayas sintiendo cómoda.
Puede que por todos los sueros tengas una inflamación considerable en los pechos al bajar la leche (alrededor del tercer día), puedes utilizar el masaje de presión inversa suavizante para devolver un poco de liquido y que la aréola quede más libre para que bebé se pueda agarrar de mejor manera.
También puedes tener hojas de repollo lavadas y guardadas en una ziploc o contenedor en el congelador listas para colocarlas en tus pechos y te ayuden a desinflamar.
Si tienes molestia o preocupaciones es mejor llamar a tu asesora de lactancia o acudir a la clínica de lactancia.
Si bebé esta internado, recuerda incluir en tu rutina la estimulación a tus pechos, con masajes y extracciones ya sean manuales o con extractor para que cuando puedas estar con tu bebé la producción no este tan afectada.
Cuando consultar:
Consulta si tienes algunos de los siguientes síntomas o algo no se siente bien:
· Enrojecimiento e hinchazón en la cicatriz.
· Si ves que se abre un punto o supura alguna secreción tipo pus.
· Dolor intenso de cabeza o de cuerpo que no mejora con el pasar de los días ni con el medicamento.
· Fiebre mayor a 39 por más de 24 horas
Agradece:
Agradece a tu cuerpo todo lo que ha hecho por ti y por tu bebé, se amable con él y recuerda que la cesárea fue la forma sagrada por la que tu bebé vino a este mundo.
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